viernes, 17 de febrero de 2012

La esperanza se llama Periodismo

La Escuela UAM-El País está de celebración. Son 25 años formando a personas que, en muchos casos, quieren ser periodistas. Para conmemorar este aniversario, un grupo de alumnos (Alejandra Agudo, Wendy Álvarez Hidalgo, Luis Ansorena, Marta Fernández Maeso, María Hervás y Abraham Vázquez) ha elaborado un suplemento con un tema único muy oportuno: "Más periodismo que nunca... #pero diferente". Estas son algunas de sus páginas:





Que hay futuro, un gran futuro, lo demuestra este reportaje publicado el pasado domingo en Diario de Navarra. Periodismo del muy bueno elaborado por... una alumna de la Facultad de Comunicación de Navarra. Se llama Loreto Márquez Espino y su tema y su texto son excelentes.




Le pedimos a Loreto que nos "destripara" este reportaje y esto nos ha contado:

"Tengo una idea, a ver si te gusta. Esa frase fue el comienzo del recorrido que ha terminado en estas cuatro páginas. El agradecimiento a mi profesor Javier Marrodán es inevitable, al igual que a Iván Benítez, que me ha enseñado a mirar a través del objetivo. Yo tenía que pensar en un buen tema para el reportaje que debía entregar en las prácticas de la asignatura de Géneros Periodísticos Informativos. En aquel momento, ETA había anunciado el cese definitivo de su ‘actividad armada’. Era un tema que me atraía. Pensé que podía resultar demasiado grande para mí, pero me lancé.

Después de darle varias vueltas a cómo podía enfocarlo, surgió la idea de los nietos. El planteamiento me gustaba porque era diferente. Se trataba de reflejar la herencia que ha dejado el terrorismo a través de las historias de cinco chicas y chicos jóvenes que no pudieron conocer a sus abuelos porque ETA los había asesinado. Contactar con los cinco entrevistados no costó mucho: la mayoría de ellos estudiaban o habían estudiado en mi propia facultad. Todos se ofrecieron a hablar de sus historias familiares. Antes de estar con ellos, me leí algunas noticias relativas a la muerte de sus abuelos para ir mejor preparada y no perder la ocasión de hacer buenas preguntas.

El primer inconveniente con el que me encontré fue que dos de ellos estaban en Madrid. Me era imposible ir hasta allí y pensé en hacerlo por teléfono, pero no me convencía. Al final opté por el correo electrónico: les mandé unas preguntas y les dije que me contaran todo lo que se les pasara por la cabeza. Gracias a sus relatos pude conocer de primera mano sus sentimientos. Con los otros tres fue más sencillo: quedé con ellos con calma y las historias salieron por sí solas. Era la primera vez que les entrevistaban, pero supieron responder con mucha soltura.

Después llegó lo más difícil: ponerse a escribir. Transcribir todas las entrevistas llevó su tiempo, y aún más, escoger lo esencial de los testimonios. Hice varios borradores. Iban pasando los días y yo ya perdía la cuenta de todas las veces que había cambiado el principio del reportaje. Me agarré de lleno a sus historias. Tanto, que me afectaron. No sabía cómo escribirlo. Y comencé a leer reportajes y noticias sobre víctimas de ETA. Hasta que poco a poco fue saliendo el mío. Varias veces me vi paralizada ante el papel y no sabía cómo avanzar o cómo cambiar una cosa o la otra. Después de varias modificaciones y lecturas, se quedó en estas páginas.

La segunda parte de la historia fue el intento de que me lo publicaran. En Diario de Navarra les gustó mucho el reportaje y cuando me dijeron que sí, las fotos se pusieron en marcha. Aquí aprendí a darle imagen al texto: la luz, el sitio, la colocación… Todo era importante para que las imágenes encajaran con el texto. Las fotos hicieron que las historias cobraran vida y fuerza.

Cuando se publicó el domingo 12 de febrero, el reportaje dejó de ser una simple práctica y se convirtió en un regalo. Lo volví a leer una vez más. Me lo sabía de memoria, pero aquella lectura fue diferente. Me di cuenta que en este reportaje había personas y detrás de ellas historias, historias que vibraban a escondidas".

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Enhorabuena a Loreto. Lástima que cuando encuentre un trabajo no tendrá tanto tiempo para preparar una buena historia. Soy periodista desde hace dieciséis años,trabajo en prensa escrita, en uno de los periódicos que suelen aparecer en estas páginas, y lo de llevar varias semnas para preparar un tema... pues va a ser que no Aquí hay que llenar páginas todos los días.

Bardo Negro dijo...

Acabo de leer en este post una de las cosas que más me ha ilusionado sobre periodismo: "Pensé que podía resultar demasiado grande para mí, pero me lancé".

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