Hasta hace unos días, muy pocos sabían quiénes eran. Pero el maldito fuego y la excelente apuesta de La Vanguardia por su historia nos han permitido conocerles. Cuando se dice que a los hechos hay que ponerles "rostro", cuando se enseña que los datos necesitan "personas"... siempre podremos acudir a estas páginas para encontrar un gran ejemplo.
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