Los seguidores de LBP recordarán varios ejemplos recientes de "día después". Eran de ABC y de El País. Dar esos pasos hacia adelante no es sólo asunto de los diarios grandes. El ejemplo que mostramos hoy demuestra que un regional "pequeño", La Rioja, también puede hacer muy buen periodismo. Tras el asesinato en Afganistán de dos guardias civiles y de un intérprete, Víctor Soto elabora estas páginas sobre el GAR.
"Tras el asesinato de los agentes Abraham Leoncio Bravo y José María Galera en Afganistán, —nos cuenta Víctor— me pareció que era un buen momento para redactar un reportaje extenso sobre la Unidad de Acción Rural, que desde hace 30 años opera desde Logroño y siempre, por cuestiones de trabajo, a la sombra. Gracias a una compañera, Elena Beisti, iniciamos los contactos 'no oficiales' y luego, a través de los cauces reglamentarios, pudimos, en un tiempo casi récord, reunirnos con los tres máximos responsables de la UAR. Contra todo pronóstico y mis prevenciones, debido a lo especial de su labor, se mostraron abiertos a contarnos muchos aspectos relacionados con su trabajo y con si vida. Además, desde el primer momento pusimos sobre la mesa nuestras intenciones: rendir homenaje a las víctimas y al trabajo que realizaban".
"Nos permitieron ir a unos entrenamientos del cuerpo y a unas prácticas de tiro (aunque no hablar con agentes, por motivos de seguridad) y ahí queda el gran trabajo de Elena Beisti y del fotógrafo, Antonio Díaz Uriel (el día de publicación del artículo, se conoció la declaración de alto el fuego por parte de ETA y en el periódico bromeamos sobre el impacto de las imágenes en el ánimo de los terroristas). El resto del artículo, por una razón de fiscalización (los responsables de la UAR debían leer antes de su publicación el reportaje, condición que aceptamos), tuvo que ser redactado en apenas media mañana".
"Pero, cuando hay mucho que contar, resulta relativamente sencillo enhebrar ideas y redactarlas. Al final, el reportaje creo que resultó bastante digno y, sobre todo, cumplió con nuestras intenciones: dar a conocer un poco mejor el trabajo de estos vecinos de nuestra ciudad que velan, a la sombra, por la seguridad de todos y honrar a los dos agentes asesinados".
"Nos permitieron ir a unos entrenamientos del cuerpo y a unas prácticas de tiro (aunque no hablar con agentes, por motivos de seguridad) y ahí queda el gran trabajo de Elena Beisti y del fotógrafo, Antonio Díaz Uriel (el día de publicación del artículo, se conoció la declaración de alto el fuego por parte de ETA y en el periódico bromeamos sobre el impacto de las imágenes en el ánimo de los terroristas). El resto del artículo, por una razón de fiscalización (los responsables de la UAR debían leer antes de su publicación el reportaje, condición que aceptamos), tuvo que ser redactado en apenas media mañana".
"Pero, cuando hay mucho que contar, resulta relativamente sencillo enhebrar ideas y redactarlas. Al final, el reportaje creo que resultó bastante digno y, sobre todo, cumplió con nuestras intenciones: dar a conocer un poco mejor el trabajo de estos vecinos de nuestra ciudad que velan, a la sombra, por la seguridad de todos y honrar a los dos agentes asesinados".
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