viernes, 21 de enero de 2011

Chupetes en Ceuta

Hace unos días mostramos unas páginas de Diario de Navarra sobre el primer bebé del año. Tenían como buen cierre otras dos en las que los protagonistas eran, ya creciditos, algunos de los que fueron los primeros. Hemos encontrado estas páginas en El Faro de Ceuta. Las destacamos porque también un diario pequeño puede atreverse a "liarse" y dar pasos hacia adelante.




Beatriz García Blasco nos cuenta la experiencia: "Estas páginas son un ejemplo de que, mirando el trabajo que otros compañeros hacen en sus medios, pueden nacer buenas ideas a las que luego puedes dar forma adaptándolas a tu entorno. En Ceuta, una ciudad de 70.000 habitantes en la que todos nos conocemos, es difícil 'inventar' temas nuevos. Política, inmigración y pases de droga centran el día a día... Generalmente temas poco amables. Este reportaje, que incluímos dentro de nuestro suplemento de domingo, nació echando un vistazo al Diario de Navarra del 2 de enero. A unas páginas que, precisamente, unos días después los responsables de este blog también publicaron".

"Nos gustó la idea del '¿Qué fue de...?' y quisimos moldearla a nuestra manera. Pensábamos que dar con los nombres de los primeros bebés del año en Ceuta sería sencillo. Bastaba ir a la hemeroteca pero, para nuestra sorpresa, en Ceuta el periódico sólo lleva unos quince años haciéndose eco de quién es el primer niño que nace cada año. Se complicó el modo de dar con las personas, pero seguimos adelante. ¿Cómo? Preguntando a todos los compañeros del trabajo, a todos los conocidos de la calle, utilizando las redes sociales... ¡y al final nos sobraron historias! Desde una señora que tuvo que ser la primera del 1942 porque nació a los pocos minutos de entrar en el nuevo año, a Paula, un bebé que nació hace tres añitos. Pasando por la historia de unos mellizos que nacieron en años diferentes, un señor cuya numerosa familia continuó la fiesta de año nuevo tras el nacimiento del bebé, una pareja de mellizas bivitelinas... También hicimos que, once años después, se reencontraran los dos únicos bebés que nacieron el primer día del milenio y, como colofón, nos acercamos hasta la matrona más conocida de la ciudad, una octogenaria llamada Nona', que rememoró cómo vivía ella esas madrugadas tan señaladas en las que tenía que levantarse de la mesa para atender un parto cuando las embarazadas todavía no daban a luz en el hospital. También pensamos en que, gráficamente, había que darle homogeneidad, así que hicimos que en las fotografías todos los protagonistas aparecieran con algo representativo de un bebé: un chupete. Cada uno el suyo. Hablar con ellos sobre el día en que nacieron fue todo un gustazo. Sobre todo que nos permitieran escribir esas divertidas anécdotas que, entre familia y amigos, recuerdan todos los años".

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