La primera semana del año tiene que ser, sobre todo, optimista. Si ayer sonreírmos con algunos gazapos, hoy queremos mostrar una apuesta de Heraldo de Aragón por el vale la pena no perder la esperanza.
Picos Laguna, responsable del suplemento dominical, nos cuenta detalles de las páginas que vamos a mostrar: "Para mi sorpresa, me lo han alabado amigos que pasan de esta profesión nuestra y que yo pensaba que también de los periódicos, pero he visto que una buena idea llega a la gente, incluso a quienes creemos lectores esporádicos de diarios El número era nuestro especial fin de año y queríamos comenzar 2011 invitando a la alegría y al optimismo, intentado superar ese mal 2010. La portada es un clásico que nos vamos fusilando unos a otros. Quienes aparecen son gente anónima a los que pedimos que posara, sin nombres ni apellidos. Las cuatro primeras páginas son testimonios de aragoneses de todos los ámbitos y que nosotros intuíamos que eran gente optimista solo por su semblante, como asi resultó. A todos les encantó la idea y se prestaron a colaborar. A ellas unimos las explicaciones de dos pisquiatras en las que nos decían cómo la educación puede determinar nuestra forma de ver la vida: optimista o pesimista (la botella medio....) Para animar a nuestros lectores, confeccionamos un juego de la oca con dos psicólogas para que ellos mismos pudieran ver que en la vida hay momentos buenos y menos buenos, y que de la misma manera que se cae en una casilla negativa, luego entramos en una positiva, asi que vista en perspectiva, la vida siempre puede ser un camino alegre".
Estas páginas también incluían un completísimo balance de la década que dejamos:
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