Deborah Withey es una veterana ilustradora norteamericana que, tras trabajar varios años como redactora, diseñadora y responsable en varias áreas del grupo de prensa local Knight-Ridder, acaba de montar su propio estudio de diseño, Cheese + Pickles
Aquí, en Pamplona y en la Universidad de Navarra, es bien conocida: ha participado en varios seminarios de la SND-E organizados en la Facultad de Comunicación e ilustró todas las portadas del Diario de Noticias durante los sanfermines de 1995. Por aquel entonces, Javier Errea era redactor jefe de dicho periódico. Como él mismo nos ha contado, éstas son "algunas de las portadas de las que más orgulloso estoy en mi vida. No por la ilustración sólo, que es magnífica, sino por su frescura, novedad y energía. Nadie hacía esas cosas en España en 1995. Un periódico chiquitín, nuevo, se lanzó a la piscina y consideró que su portada era un lienzo en blanco para improvisar y conectar con sus lectores. Cualquier cosa valía. Yo ni siquiera sabía manejar el Quark. Aprendí sobre la marcha...".
Por otro lado, Deborah ha colaborado también con sus ilustraciones en varias publicaciones, en las que desarolla su peculiar estilo que explica, más abajo, en el cuestionario.
Y como excelente artista que es, también se anima a experimentar en otros ámbitos, como el mobiliario.
EL CUESTIONARIO
¿Qué peculiaridades adornan a un ilustrador que trabaja en un medio de comunicación?
Cualquier artista que quiera tener éxito ilustrando una información ha de ser, ante todo, un gran comunicador y una persona capaz de provocar una respuesta emocional en el lector.
¿Cree necesaria una formación periodística para su trabajo diario?
Por supuesto. Quizá más para el proceso de elaboración que para el resultado final. Es fantástico poder entenderse con todos los redactores: las ideas vienen y van y se produce un gran entendimiento hacia los motivos, pasiones y objetivos de todos.
¿Qué aporta la ilustración a un artículo, noticia, entrevista..? Convénzanos para que contratemos a un ilustrador para nuestra publicación.
En realidad, hay veces en que un texto sin ilustrar puede ser muy efectivo. Nunca olvidaré una portada del NYTimes Magazine que mostraba unas pocas líneas escritas por una mujer que describía su experiencia al borde de la muerte por culpa de una enfermedad llamada “shock tóxico”. Era muy estremecedor, llamativo e impactante. No hacía falta una imagen. No obstante pienso que las publicaciones infantiles deben incluir imágenes, de modo que los niños puedan aprender el contenido en dos niveles: lector y visual. Y también para hacer su lectura más agradable.
¿Cómo es una jornada de trabajo?
Como subdirectora responsable de publicaciones visuales y publicaciones conjuntas de The Virginian-Pilot no tuve mucho tiempo para pensar. Y cuando no estaba en una reunión de planificación o discusión me encontraba con el equipo de diseñadores y redactores para discutir ideas en sesiones muy intensas en torno a qué teníamos que llevar a cabo cada día (también nos divertíamos mucho). Nuestro objetivo era muy sencillo: experiencia diaria. Ahora mismo estoy en una etapa de transición, lanzando mi propio estudio de diseño: Cheese + Pickles. Se me hace duro trabajar sin interrupciones y continuo parloteo. Caigo en la cuenta de que eso alimentaba mi creatividad. Así que trato de parar de cuando en cuando para mirar mi trabajo con ojos nuevos.
¿En qué se inspira?
Me inspiro en Gales y en el gran jardín de Dios. Es asombroso como hasta en el jardín mejor planeado y diseñado nunca iguala totalmente las marañas de flores silvestres y el follaje. También me influyen los niños: enfocan las cosas directamente y disfrutan por igual del resultado de su creatividad como del proceso mismo de crear. Realmente, todo me inspira: ¡amo la Tierra!
¿Podría señalar sus cuatro trabajos preferidos?
La primera cosa de la que estoy más orgullosa es de mi trabajo en The Virginian-Pilot, en todas las funciones que cumplí: directora, redactora, escritora, diseñadora, artista y mentor. Tuve la gran oportunidad de fichar a mucha gente de talento y fue maravilloso ver cómo esa gente fue constituyéndose en un grupo cada vez más unido y fuerte.
En segundo lugar, escogería todas las oportunidades que he tenido de probar nuevas disciplinas y hacerlo bien. Escribí un relato sobre un día con mi hijo en el Dollar Store que fue publicado en el suplemento dominical del The Pilot. Tuvo una respuesta muy buena entre mis compañeros y entre los lectores. Y como experiencia “de trabajo”, fue una reconfortante combinación de maternidad y placeres laborales.
En tercer lugar, mi trabajo como diseñadora en varios periódicos de Knight-Ridder.
Y, en cuarto lugar, ilustrar un libro de Arlington Cemetery para hijos de soldados fallecidos. El libro estará listo este verano y se repartirá a todas las familias que han perdido un ser querido en Irak y Afganistán. Ha sido un gran honor trabajar para esta institución americana tan entrañable.
1 comentario:
Quisiera felicitarlos por este pequeño homenaje a una gran artista y profesional de las comunicaciones y el diseño. Tengo la suerte de conocer a Deborah y haber aprendido de ella como alumna en Pamplona. La mejor de sus enseñanzas... dar siempre una vuelta de tuerca más a las primeras ideas. Mirar, mirar y volver a mirar.
Sofía Martínez Chile
Publicar un comentario