Cristina Rivero, Marta Quintín, Mónica Martín y Antonio María Fernández han elaborado muy bien varios reportajes.
"La ideación de este primer reportaje, centrado en el tema Está prohibido llorar, nos trajo algún que otro quebradero de cabeza. Al final, decidimos relacionar las lágrimas con aquellas profesiones que están relacionadas con la muerte. O lo que es lo mismo, decidimos indagar sobre el oficio de quienes se ganan la vida trajinando con muertos. La selección de fuentes fue abundante. De hecho, en el reportaje final no se incluyeron dos de ellas que, por exceso de texto, tuvimos que desechar. Por último, incluimos un despiece eminentemente informativo sobre el cementerio de Pamplona. En él, además de nuevos testimonios, aportamos datos actualizados sobre el número de cremaciones y enterramientos que se realizaron en la capital navarra durante 2009. En cuanto al diseño, apostamos por un planteamiento sencillo y limpio, con dos fotografías y con la inclusión de sumarios salpicados a lo largo del texto. Quisimos valernos de la fuerza de los mismos como reclamo al lector. Por eso, preferimos no atribuirlos aunque, en este caso, la idea no fue del todo acertada".
"Contar buenas historias. Ése ha sido el objetivo que, con mejor o peor resultado, el grupo ha perseguido durante toda la asignatura. En este caso, quisimos acercarnos y dar la palabra a quienes sufren las consecuencias del alcohol. Para ello, acudimos a Alcohólicos Anónimos y escuchamos las experiencias de dos enfermos y de otros tantos familiares. Los testimonios, por su franqueza y crudeza, no necesitaron más que de una fiel y ordenada transcripción. El resultado no es más que eso. En lo gráfico, quisimos mostrar las manos de los protagonistas. La identidad anónima de las fuentes así lo pedía. También intentamos relacionar y jugar con la imagen silueteada y el titular".
"¡Por supuesto que existen! Es un secreto a voces pero, de vez en cuando, no está de más ponerle cara, nombre y apellidos a aquellos que, año tras año, hacen las delicias de pequeños y mayores. Porque nuestros Magos de Oriente han repartido presentes a cientos de personas, y porque todos ellos los han recibido con una sonrisa. Cada gesto encierra una historia, comentaba una de las fuentes en una entrevista. Y es cierto. Nuestros particulares Melchor, Gaspar y Baltasar nos contaron cómo, cuándo y por qué decidieron un día convertirse en Reyes Magos y, además, nos relataron con detalle aquellas anécdotas que han quedado grabadas para siempre en su memoria. El diseño de este último reportaje pedía algo desenfadado. Apostamos por repartir las coronas de Sus Majestades rompiendo el texto y por crear una especie de corcho donde colgar cada una de las fotografías con apariencia de Polaroid".
No hay comentarios:
Publicar un comentario