Poco a poco se van estrenando en el blog nuevos periódicos. Hoy llega el turno del semanario La Calle de Córdoba. Hace unos días sorprendió a sus lectores con este preocupante asunto:
José Ignacio de Quesada nos relata lo siguiente: "Quisimos hacer un experimento y demostrar que la generación del teléfono móvil ha llegado a la Universidad sin tener muy claras las reglas de ortografía. Cogimos diez estudiantes al azar, de varias carreras, de Ciencias y de Letras, y les sometimos a un examen. Tenían que escribir al dictado diez palabras. Ninguno fue capaz de contestar todas bien. Es más, ninguno escribió correctamente la palabra desahucio y tuvieron serios problemas para escribir o sea o a veces. Buscamos la raíz del problema hablando con expertos y profesores universitarios para determinar que no sólo el uso de las nuevas tecnologías está detrás de las faltas de ortografía, sino también el escaso hábito de lectura y la mano blanda de los profesores, para quienes es más importante demostrar los conocimientos adquiridos que escribir sin faltas. Mientras tanto, los alumnos se justifican diciendo que en las carreras de Ciencias no es tan importante escribir correctamente o un sintomático Claro, como no tengo a mano el corrector del Word".
4 comentarios:
El tema me parece interesante, pero la presentación en página...ufff...un poco fea, la verdad.
Por aquí va el auténtico problema de los periódicos más que en la competencia de internet, que también. Quienes escriben mal, generalmente lo hacen porque no leen. y mientras internet se mira, los periódicos son un producto informativo, fundamentalmente concebido para ser leídos.
Un saludo y enhorabuena porque siempre sois interesantes
En estas últimas semanas he visto en ABC de Sevilla sendas faltas de ortografía (una de ellas en portada)...
Creo que puedo buscar en qué fechas fueron.
Saludos,
Muchas gracias por el "hamor". También me hará falta mucha pazienzia para tratar de conbencer a los periodistas del futuro que la ortografía no es "esa cosa del corrector del word".
Abrazos,
Bea
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