Imaginamos a Fermín, el protagonista de esta entrada, mordiéndose las uñas, los codos... en la tarde del domingo. Tiene 13 años y es un chaval que sueña con llegar al primer equipo de Osasuna. Imaginamos su alegría, quizá su llanto, cuando Javier Flaño empataba en el minuto 91 y cuando, segundos después, el árbitro pitó el final del partido contra el Sabadell. Su equipo seguía en Segunda. Diario de Navarra estuvo un día a su lado.
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