El caso que vamos a mostrar es sencillo, pero reúne numerosas virtudes. Lo hemos visto en El Norte de Castilla. Desde el 5 de setiembre, el cooperante vallisoletano Pablo Santana escribe un texto en el que cuenta su día a día, su experiencia, su pensamiento ante lo que ve. Pablo decidió hacer las maletas e irse como voluntario para ayudar a los refugiados. Ante un tema tan actual, un acierto por parte del diario. Información de primera mano. Al cumplirse dos semanas de su aterrizaje en la ciudad de Solimanía, el diario le entrevista.
Antonio G. Encinas, periodista del diario, nos cuenta lo que sigue: "En una de las páginas diarias no hay artículo. Los cooperantes que se encontraban allí tuvieron que mantenerse a buen recaudo por recomendaciones de seguridad y apenas pudo enviar un par de mensajes por whatsapp. Ese día incluimos una noticia sobre los planes de la Diputación para los refugiados y un despiece con una foto que nos había enviado días antes para explicar por qué no escribía su crónica habitual. Al final, Pablo tuvo que regresar antes de lo previsto porque la situación en la zona era delicada y su presencia allí, les dijeron, ponía en riesgo no solo a ellos sino a la propia población a la que pretendían ayudar.
Los textos suyos, además, apenas están editados. Estaban muy bien escritos y no queríamos perder la naturalidad con la que narraba sus experiencias".
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