Hay algo más de 10.000 kilómetros entre La Plata (Argentina) y San Sebastián. Casi al mismo tiempo, dos grandes de la música hacían vibrar a miles de personas en dos conciertos que —así son las actuaciones de los muy buenos— superaron con creces las tres horas. Viene esta introducción a cuento para decir que, casi siempre, las fórmulas del buen periodismo son comunes en cualquier país, en cualquier ciudad. En La Plata, Paul McCartney invitó a una niña llamada Leila a subir al escenario y tocar con él una canción. En San Sebastián, Bruce Springsteen invitó a una niña llamada Noa a subir al escenario y cantar una canción con él. Las dos, al día siguiente, fueron las protagonistas de las portadas de Clarín y de El Diario Vasco.
No podemos finalizar esta entrada sin mostrar la portada de La Luna de Metrópoli. Otra obra maestra de Ricardo.
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