Un asunto llenó de páginas los diarios del jueves y del viernes de la semana pasada: el Día de la Mujer. Vimos portadas fuera y en España, vimos y leímos excelentes páginas —haremos al menos una entrada para mostrarlas— y vimos un diario, Berria, que dejó "en blanco" el espacio destinado a los textos e imágenes de sus periodistas femeninas. Hicieron huelga el día 8 y, obviamente, nada pudieron escribir en la edición del día 9.
Le pedimos a un periodista del periódico, Jon Ordoñez, que nos contara la "historia" de este histórico ejemplar:
"Las mujeres de toda la empresa comenzaron a reunirse hace varias semanas para debatir qué postura tomar y como secundar la huelga. Decidieron que secundando solo los paros de cuatro horas no se visibilizaría realmente el trabajo que ellas hacen todos los días. Por lo cual pensaron que lo mejor era parar todo el día y hacerlo precisamente el 8 de marzo y no la vispera, como se ha hecho otras veces, para poder cubrir el mismo día otras huelgas.
Una vez tomada esa decisión pusieron sobre la mesa la publicación o no del diario ese día. Estaba a la vista que sin ellas Berria no puede publicarse tal cual lo hace todos los días, pero ellas decidieron que lo mejor para visibilizar el paro y sus reivindicaciones era la publicación del periódico con espacios en blanco para representar el trabajo de las mujeres en la empresa".
"La dirección del periódico era más partidaria de no publicar el periodico por la dificultad que suponía experimentar con los espacios. Pero ante la solicitud del grupo de trabajadoras de publicar el periódico de esa manera se aceptó su propuesta. Ello conllevaba la complicidad del resto de trabajadores, puesto que suponía adecuar la edición de ese día y asumir ciertas complicaciones que eso conllevaba.
Se hizo una asamblea de todos los trabajadores y ahí las mujeres expusieron sus motivos para hacer la huelga y la propuesta de publicar el diario con espacios el 9 de marzo. Fue muy interesante porque ahí surgio la necesidad de los hombres de compatibilizar el trabajo de más que tomaríamos ese 8 de marzo con otras tareas que el paro de ese día nos pedia que hicieramos, por ejemplo, el cuidado de los hijos, que era otro de los pilares de la huelga. Aun no sabiendo entonces la repercusión que tendría la huelga el jueves, atisbabamos que si había paros en colegios y guarderías teníamos que pensar qué hacer con ellos.
Los hombres estudiamos la necesidad solicitar de un servicio de guarderia para que además de nuestras compañeras de trabajo nuestras parejas también pudieran secundar los paros. O al menos que no repercutiese en estas segundas el trabajo de más que nos suponía a nosotros el paro total de las primeras".
"La empresa estuvo de acuerdo, pero al final la idea se descartó por la dificultad que conlleva dejar solos a niños y niñas que no se conocen entre ellos y con gente que les es desconocida. Pero eso dio pie a hablar de la necesidad de conciliar periodismo y familia, y eso nunca está de más en una redaccón.
Para llevar la propuesta a buen termino se creo un comité técnico mixto en el que la grupo de mujeres de Berria concretaba cómo se debería llevar a cabo según ellas la edición web el 8 de marzo y la del papel del 9 de marzo. Y sobre esa base mujeres y hombres fuimos diseñando las dos ediciones. Por ejemplo, se decidió que los espacios en blanco debían ser sobre el 40% del total, y que no se debían diseñar de una manera especial, o atractiva que digamos, sino mas bien sobria dejando espacios en blanco con un sello con un mensaje: Las mujeres de Berria en huelga. En lo que se refiere a la web y a las redes sociales se decidió que el 8 de marzo sólo daríamos cobertura a la huelga.
Y así fue como surgio y se llevó a cabo la edición".
"El 8 de marzo se reforzaron las secciones de Internet y la de sociedad para poder dar una mejor cobertura a la huelga, y a la hora de diseñar los turnos y repartir los trabajos se tomo en cuenta las necesidades de aquellos que por motivos evidentes ese día teníamos que hacernos cargo, aún mas, de las tareas del hogar y familiares.
Todo el proceso ha sido iniciativa del grupo de mujeres trabajadores de Berria, y todo ha sido acordado tanto con la dirección como con el resto de trabajadores con gran empatía. Eso ha dado como resultado una unión y un muy buen ambiente entre personas que nos ha dejado muy buen sabor de boca a todos además de por el resultado final del producto. El viernes los ordenadores de las periodistas de la redacción amanecieron con un mensaje en euskara que decía Con vosotras estamos mejor, y no fue una sino varias las que ese día vinieron a trabajar con pastas para agradecernos nuestra colaboración. Nada mas llegar nos preguntaron que tal había sido el dia en el trabajo y nos agradecieron también de palabra el esfuerzo.
Sinceramente, yo diría que el esfuerzo no fue venir el 8 de marzo a trabajar en una edición especial. Al fin y al cabo, ese es nuestro trabajo, y estabamos convencidos de los que queríamos hacer. Mas bien diría yo que el esfuerzo real fue el que hicimos entre todos durantes las semanas anteriores para escucharnos, entendernos y llevar a cabo esa edicion especial, y sobre todo el que hicieron ellas para pensar, debatir, decidir, proponer y hacer ver la necesidad salir a la calle con esa edición especial".
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