A Gijón llegó la más alta de su historia: 13 metros.
A Cabo Vilán, en Galicia, la más alta de la historia de España: 20 metros
Las olas sitiaron el martes toda la costa del Cantábrico. Una jornada, para los diarios “afectados”, para afrontar desde la planificación y desde el trabajo en equipo. Uno para todos, todos para el temporal. Orden para contar los hechos, para ofrecer las mejores imágenes, para hablar con muchas personas, para centrarse en las consecuencias, para asomarse a lo cercano y ver que también ha padecido lo mismo el que se aleja, para mirar hacia atrás y comprobar que no es la primera vez…
Todo eso, con generosidad, ofreció a sus lectores El Diario Vasco el miércoles 12. Y lo hizo apoyándose en un título que habla por si solo: “El mar destroza la costa”.
A partir de ahí, la gran crónica de la jornada. Con datos, personas, gráficos y petición de imágenes a los lectores.
Luego, paradas obligadas y las primeras historias. Con un título excepcional.
Y más miradas: al paseo, una de las joyas de San Sebastián.
En todas las páginas se habla de consecuencias. Algunas se abordan con inteligencia.
Pero el temporal no sólo se cebó en San Sebastián. Muchas localidades cercanas y más alejadas también lo sufrieron. Había que contarlo.
También había que rescatar una historia que llevaba varios días abierta.
Y contar qué medidas tomó la autoridad para evitar males aún mayores.
No era la primera vez. No podía faltar desempolvar el pasado.
Lo peor parece que ya ha pasado. Qué pueden hacer los afectados. Es un día para volcarse con la información servicio.
A Cabo Vilán, en Galicia, la más alta de la historia de España: 20 metros
Las olas sitiaron el martes toda la costa del Cantábrico. Una jornada, para los diarios “afectados”, para afrontar desde la planificación y desde el trabajo en equipo. Uno para todos, todos para el temporal. Orden para contar los hechos, para ofrecer las mejores imágenes, para hablar con muchas personas, para centrarse en las consecuencias, para asomarse a lo cercano y ver que también ha padecido lo mismo el que se aleja, para mirar hacia atrás y comprobar que no es la primera vez…
Todo eso, con generosidad, ofreció a sus lectores El Diario Vasco el miércoles 12. Y lo hizo apoyándose en un título que habla por si solo: “El mar destroza la costa”.
A partir de ahí, la gran crónica de la jornada. Con datos, personas, gráficos y petición de imágenes a los lectores.
Luego, paradas obligadas y las primeras historias. Con un título excepcional.
Y más miradas: al paseo, una de las joyas de San Sebastián.
En todas las páginas se habla de consecuencias. Algunas se abordan con inteligencia.
Pero el temporal no sólo se cebó en San Sebastián. Muchas localidades cercanas y más alejadas también lo sufrieron. Había que contarlo.
También había que rescatar una historia que llevaba varios días abierta.
Y contar qué medidas tomó la autoridad para evitar males aún mayores.
No era la primera vez. No podía faltar desempolvar el pasado.
Lo peor parece que ya ha pasado. Qué pueden hacer los afectados. Es un día para volcarse con la información servicio.
5 comentarios:
Excelente blog. Llegué a él a través de periodistas.org y ya lo he puesto entre los favoritos. Espero leeros asiduamente, como lo hago con el boletín de periodistas todos los días.
Cordialmente,
ADRIANA SERLIK
Felicidades. Realmente bueno, interesante, sugerente, aleccionador,motivador, inspirador... ¡No sabes cómo me emociona encontrar tantos ejemplos de buen periodismo!
Entre tanta felicidad, se siente uno encogido por la sensación de no estar a la altura de las muchas y muy estupendas cosas que se hacen por ahí. Abrazos.
Madre mía, fue tremendo. Ayer todavía pegaban las olas con una mala leche que espanta. Muy buenas las páginas de El Diario Vasco. También hicieron buen trabajo en la web, con muchos vídeos y fotos, que es lo primero que buscamos los lectores.
Muchas gracias por el trabajo de recopilación. Como donostiarra residente en BCN no sabéis la ilusión que me ha hecho poder disponer de todos estos recortes de prensa.
Cantabria también existe. ;)
Llegué al blog por el comentario de Don José Antonio en su columna. Excelente blog.
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