Una buena elección

Cualquiera que leyera El Mundo del miércoles 12 se habría fijado en que el diario publicaba una página "distinta": alejada del dato de última hora, fijaba su mirada más serena sobre un asunto actual. Y lo hacía, además, con un tipo de texto que no respondía al tan machaconamente habitual formato de la pirámide invertida. Un sencillo perfil. Se trataba de un capítulos más de una serie emprendida por el diario semanas atrás.

"Todos somos rehenes" se centra en dar a conocer a muchas personas secuestradas en Colombia.

Las series siempre han tenido cabida en los diarios. Posiblemente no encontremos hoy tantas como hace un lustro, pero siguen teniendo su espacio. En la actualidad —o en épocas no muy alejadas en el tiempo—, hemos podido leer "Cambios de equipo históricos" en El Mundo; "Ciudadanos con nota" en La Vanguardia; "El retrovisor", "La destrucción del litoral" o "Los frentes del cambio climático" en El País; "Paisajes con leyenda" o "Federaciones navarras de la A a la Z" en Diario de Navarra; la "Galería de imprescindibles" de Manolo Hidalgo en El Mundo; "Seres humanos de Castellón" en Mediterráneo; "Vascos de altos vuelos" en El Correo; "Las grandes promesas del deporte aragonés" en El Periódico de Aragón; "Radiografía del comercio" en Diari de Tarragona...

Muchas. En todas las secciones y escritas en todos los géneros. Y es que las series tienen muchas bondades. Ofrecemos diez:

1. Son una estrategia para dotar al diario de personalidad.
2. Distinguen al diario de la competencia.
3. Dotan a un periódico de temas propios.
4. Permiten al periódico llevar las riendas de la información.
5. Aumentan las fuentes del medio.
6. Se hacen páginas “distintas” en diseño, titulación, formatos textuales…
7. Se saca al periodista del “día a día”.
8. Aumenta la responsabilidad del periodista.
9. Fomentan el trabajo en equipo.
10. Permite formar equipos interdisciplinares.