"Perdí tu teléfono. Por favor, llámame" (1)

El otro día abordamos en una entrada el filón informativo de las "paredes", de estar atento a algunas cosas que pasan en la ciudad. Hoy recuperamos un fantástico caso que se originó en las farolas, en los semáforos y en los troncos de los árboles de Murcia.

El director de La Verdad de Murcia, José María Esteban, recuerda aquella aventura de abril y mayo de 2005: "No es sencillo, quizá porque no estamos acostumbrados a contar historias de interés humano, salvo cuando narramos hechos heróicos o similares, pero el hecho es que iniciar —un poco a la deriva— la búsqueda de una persona cuyo nombre figuraba en una farola de Murcia siempre parece arriesgado. ¿Y si nos columpiamos? ¿Y si enganchamos a los lectores pero somos incapaces de continuar más allá de un par de días el reportaje? Había que arriesgarse y en ello nos empeñamos. Al fin y al cabo, era una historia de amor y no son muy abundantes en las páginas de los periódicos, más acostumbrados al horror de las víctimas y de la sangre".

María José Montesinos, la redactora que siguió la historia, recuerda el arranque de la aventura: “La historia de Francisco y Francesca surgió en abril de 2005, cuando vi pegados en los troncos de unos árboles en el paseo de Alfonso X de Murcia unos carteles que decían: Francisco busca a Francesca. Perdí tu teléfono. Por favor, llámame. En principio, la idea era localizar a Francisco y proponerle una entrevista para la sección La Gacetilla, en plan informal. Pero luego vimos que había más molla. Para empezar, Francisco era un chico argentino que ni siquiera vivía en Murcia, sino en Marbella, pero él sabía que Francesca vendría a pasar las Fiestas de Primavera a Murcia. Conseguimos que Francisco, en uno de sus desplazamientos por el sureste por motivos de trabajo, viniera a Murcia y le hice la primera entrevista. Ello le animó a seguir su búsqueda y pegó más carteles en farolas, semáforos y árboles... Pero no había señales de Francesa. Incluso, se desplazó al aeropuerto de Valencia porque creía recordar la fecha para la que ella le había dicho que tenía billete".

"Al final, con el camino abierto a través de las páginas de LA VERDAD, decidió emprender su carrera periodística enviando la historia al periódico local La Nuova Ferrara, que se edita en dicha localidad, próxima a Bolonia, donde residía Francesca".
 

Continuará...