El 28 de agosto de 2000, Pablo Ibar fue condenado a la pena de muerte por el asesinato de tres personas. En marzo de 2006, el Tribunal Supremo de Florida confirma la condena. El 4 de febrero de 2016, se anula la sentencia. Habrá nuevo juicio. Cuando se esperaba su puesta en libertad, un magistrado de Miami deniega su libertad provisional. La noticia la contó muy bien El Diario Vasco. Y al día siguiente la completó con una buena entrevista a Tania Quiñones, esposa de Ibar.
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