Ojalá que se convirtiera en una práctica más habitual llevar historias a las portadas de los diarios. Historias propias o historias enganchadas a un hecho. Propias, como la que ha publicado el pasado fin de semana El Diario Vasco. Al interés —en este caso, por un grave problema— se unen dos recuadros que complementan muy bien el relato: la enfermedad y ser donante.
En numerosas ocasiones —como acabamos de ver—, las historias que se hacen hueco en la portada tienen que ver con la enfermedad. Deia ofreció una preciosa el 11 de diciembre.
Aunque a veces ocupen un espacio menor en la portada, siempre llamarán nuestra atención relatos como el del joven polizón que soñaba con ser Messi. Lo publicó el pasado mes de noviembre El País.
En otras ocasiones, el lector agradece que, a propósito de algún tema de actualidad, el diario humanice en la portada la noticia. Se trata de casos, además, en los que los grandes protagonistas de las informaciones son... las personas. Meses atrás, La Vanguardia y El Periódico de Catalunya, por ejemplo, apostaron por llevar historias de ciudadanos a sus portadas para contar los problemas en los trenes de cercanías.
No quisiéramos cerrar esta entrada sin mencionar dos excelentes coberturas que rescatamos del archivo. Las dos, además de llevar la historia a la portada, merecen un lugar destacado por la apuesta que hicieron los diarios por los temas.
La primera se refiere a la historia del niño japonés Reo Miyagata y la publicó El Periódico de Catalunya los días 27, 28 y 29 de abril de 2007.
La segunda se centra en Abdeslam, un joven marroquí que salva vidas tras un derrumbe pero que... Su historia la cerró cinco meses después La Vanguardia.
Nos acaban de enviar otra excelente historia que salió en portada. Vale la pena leerla. También el trabajado "Zoom", que no pasa inadvertido.
Nada más recibir este reportaje, nos hemos puesto en contacto con la autora, Carmen Remírez, para que nos contara la experiencia. Estas son —gracias— sus palabras "Sobre el reportaje de Carlos, os puedo contar que la idea surgió tras una rueda de prensa en la que se presentaron algunos datos y reivindicaciones del colectivo de diabéticos. Esa semana se celebraba el Día Mundial de la Diabetes y se nos ocurrió complementar esa información inicial con un reportaje más amplio, que acercara a los lectores la vida cotidiana de alguien con esta enfermedad. La madre de Carlos, Estela, estaba en la rueda de prensa. Cuando terminó, me acerqué a ella y le propuse nuestra idea: que un fotógrafo y yo pásaramos un día con su hijo, Carlos, de 8 años. Después de consultarlo con el niño y su marido, nos confirmó que los tres nos esperarían a las 7.45 de la mañana en su casa. Nos dieron un trato exquisito. Así, el fotógrafo José Antonio Goñi y yo nos introdujimos por un día en la rutina de esta familia, el desayuno, el colegio, los pinchazos, el control de la insulina... Al principio estaban más pendientes de la cámara, pero en cuanto pasó un rato, ni pensaban en nosotros. Sólo cuando de vez en cuando les interrumpíamos con alguna pregunta o llamábamos la atención de los compañeros de Carlos en el recreo... La de Carlos es la historia de un niño normal, alegre e inquieto, pero con una enfermedad que le condiciona en determinados momentos. El Zoom sirve para añadir aspectos más técnicos que interrumpirían la lectura cronológica del reportaje, y que aparecen de una manera visualmente más atractiva. Contiene también elementos de análisis que enriquecen el tratamiento general del tema".
8 comentarios:
Qué bueno es para el periodismo tener dos diarios que compitan de verdad.
El Correo publica hoy una página en la que hablan gremios. Ha "aprovechado" una feria para sacar la página. Os la paso.
Enhorabuena por el blog y muchas gracias por el buen trato que nos da.
Ayer vi un comentario sobre entradas anteriores. Os escribo para deciros que el leonés La Crónica —por cierto: salió rediseñado el pasado 1 de abril— también tiene una sección en la que manda la imagen. Se llama "Una imagen y 244 palabras".
La idea de resaltar, y de enriquecer, lo bueno del día a día en los periódicos (que lo hay y mucho) es genial. Gracias.
Estoy enganchada al blog desde que lo descubrí cuando fui a Pamplona a los Malofiej. No paro de
mirarlo. Es como volver a la Universidad.
Hoy os habéis lucido. GRACIAS.
Geniales historias, sí. A propósito de la del niño polizón de El País... yo intento interesar a los medios cántabros de las historias que reflejamos aquí http://historiasdeafrika.blogspot.com/ y no lo acabo de conseguir. A ver si os leen a vosotros y se animan. Saludos, me encanta visitaros.
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