El cese del Cuco

Sorprendió a la prensa deportiva, estaban fuera de juego los medios nacionales. Y pilló por sopresa a los diarios navarros. Hombre, es verdad que Osasuna no acababa de arrancar —cero victorias en seis partidos—, pero la Liga es larga y el equipo navarro no está abonado a eso tan habitual del "baile" de entrenadores. Pero... El caso es que el lunes por la mañana saltaba la noticia: el club cesaba al "Cuco" y elegante Ziganda. El notición del día. Había que "volver" a empezar la planificación de todo el diario.

Por suerte, este tipo de sucesos inesperados tienen un efecto muy positivo en los diarios, que suelen ir a por todas: la historia, el balance, las reacciones, la afición (vía edición digital), el que llega, imágenes pensadas, caricaturas, opinión... Es lo que hizo Diario de Navarra, que al día siguiente ofrecía estas páginas a sus lectores:

José Mari Esparza, redactor jefe de Deportes, nos ha explicado cómo se gestaron estas páginas: "Desde el primer momento supimos que iba a ser la noticia del día y no sólo de Deportes. Así que decidimos hacer un despliegue para responder a la expectativas. Fueron un total de nueve páginas, incluyendo una portada en deportes. En la construcción del esquema decidimos ofrecer un hilo conductor y unificador a través de todas las páginas con las opiniones de los lectores de las recibidas en diariodenavarra.es colocadas en la parte superior. Tras la crónica de los hechos y las declaraciones del protagonista, el entrenador cesado (el nuevo, al que se le llamó, no quiso hablar ese día), nos pareció importante abrir un espacio también de opinión (en el futbol casi todo admite visiones a favor y en contra). Para finalizar, dos páginas con las semblanzas y perfiles de los dos entrenadores, incluyendo cifras y su vida profesional en imágenes,a demás dos dos caricaturas de Grañena para personalizar los contenidos. También un repaso a la historia de los entrenadores de Osasuna".

"El trabajo —sigue— requirió la movilización de toda la sección de Deportes. Desde el momento en que todos nos enteramos —hubo suerte en que fuera por la mañana—, y sin una puesta a punto previa —conocemos el trabajo—, cada uno en su sitio empezó a moverse como creyó conveniente: llamando a contactos, pidiendo más páginas, recordando momentos, asegurando nombres, etc. A primera hora de la tarde hubo la primera puesta a punto en común de todos, en la que cada uno aporta lo que ha pensado o hecho. En esta reunión, y partiendo de un esquema claro (hechos, reacciones, protagonistas, consecuencias, opiniones, etc.), no queda sino dejar caer todo lo dicho en una puesta en página que, por cierto, sale bastante lógica, fluida y natural".