El manto más bello del mundo

Fiesta grande. La más grande que se celebra en Zaragoza. Con un acto que sobresale de los demás: la ofrenda de flores a la gran patrona, a la Virgen del Pilar. Para un diario zaragozano y aragonés, un bombón informativo. Qué hacer, qué repetir, cómo innovar... Sea lo que sea, movilizar a todo un equipo de redactores, de fotógrafos. Y pensar en una puesta en página que aporte distinción. Y, más que nunca, estar bien pronto en la calle, en los quioscos. 

Fiestas del Pilar... Siempre se hace un esfuerzo en la cobertura, búsqueda de originalidad, especialmente en la "previa" y en la "posterior" de la ofrenda de flores, el acto central. Porque todos los años, salvo incidencias excepcionales, "pasa" lo mismo. Pero en este 2008, la ocasión, el 50 aniversario de la ofrenda, daba pie a esas novedades y, al mismo tiempo, aumentaba el nivel de exigencia.

Heraldo de Aragón. La información previa, la publicada el día 12, se planteó —nos cuentan— con días de antelación y con el siguiente desarrollo: un arranque poniendo rostro y dando voz a algunos de los protagonistas de aquella ofrenda de 1958 y de las 50 posteriores; para seguir con una comparación entre la primera ofrenda y la que iba a vivirse este pasado día 12 (lo cual permitía "colar" allí la información práctica, y más árida, de horarios, recorridos, normas, etcétera); continuar con una encuesta entre gente bien distinta (desde los responsables políticos y del Cabildo a escenógrafos) para que dieran ideas sobre posibles mejoras en la ofrenda; y cerrar con un reportaje sobre el momento final, ese mismo día 11, de la instalación del andamiaje en el que se depositan las flores, lo cual se ha convertido en un pequeño rito por sí mismo.

Si el 12 el lector tenía una completa y atractiva previa, el 13... Ese día quiso incorporar el evento del año: la navegabilidad del Ebro desde este pasado verano —cuando el río se deja, claro—, gracias a una presa construida con motivo de la Expo. Varios participantes en la ofrenda (y un redactor y un fotógrafo de Heraldo) llegaron a la basílica del Pilar a bordo de los "Ebrobuses". Varios equipos más del diario siguieron el recorrido a pie. Y, como también hay una ofrenda aérea (la que hace habitualmente una escuadrilla militar), otro redactor y otro fotógrafo sobrevolaron el acto desde una avioneta. 

Por primera vez se hicieron unas páginas sobre la ofrenda "por tierra, agua y aire". Pero el día salió lluvioso, tormentoso a ratos, y todo se trastocó: apenas pudo usarse una foto de las tomadas desde la avioneta, los barcos casi pasaron inadvetidos y los verdaderos protagonistas fueron los paraguas. Hubo que reaccionar...

Esta gran cobertura tuvo una guinda: un suplemento con decenas de imágenes... Sólo ofrecemos la portada.

Es la Virgen del Pilar

la que más altares tiene

que no hay pecho aragonés

que en su fondo no la lleve...