Deleitosa forever

Hace 58 años, un fotógrafo norteamericano recibió un encargo de la revista Life: un trabajo sobre España. El reportero, W. Eugene Smith, localizó a una intérprete y junto a un ayudante, atravesó desde Francia la frontera de Hendaya. Recorrió ciudades y pueblos, pero se detuvo especialmente en uno: Deleitosa, una localidad extremeña que por aquel entonces contaba con 2.600 habitantes y unas condiciones 'tipo' de cualquier pueblo español de posguerra. Las calles no estaban asfaltadas, las condiciones de vida eran realmente duras y no corría el dinero, sólo el trueque. Smith tuvo fácil lograr su propósito: enseñar al mundo la miseria de la España profunda, esa que se había visto evocada a la pobreza más absoluta por culpa de la guerra. El reportaje, que se publicó un año después —tuvo 22 millones de tirada en varias ediciones, algunas de ellas internacionales–, consiguió dañar la imagen del franquismo, y aportó imágenes que han pasado a la historia de la fotografía. La más célebre sea quizá la de los tres guardias civiles cara al sol con gestos duros y serios, aunque hay muchas conocidas y precisamente ahora, más de medio siglo después, pueden verse en una exposición de PhotoEspaña2008.

El periodista Jon Cuesta y el fotógrafo Lucas García, del diario Hoy de Extremadura, se acercaron al pueblo hace unos días para ver su evolución. Deleitosa ha perdido dos tercios de su población, pero las calles ya están asfaltadas y todos los servicios cubiertos: centro de salud, residencia de ancianos, polideportivo, un buen número de empresas, mataderos, queserías y buenos enlaces por carretera. La población, envejecida, aún recuerda el paso de aquel fotógrafo al que llaman 'el americano' y las penurias de aquella época.