De nuevo, un tema que nace por obra y gracia de los malos tiempos económicos. Lo encontramos en La Voz de Galicia:
En este caso, el tema tuvo seguimiento:
Le hemos pedido a Jorge Casanova que nos comente el tema y nos ha escrito esto: "Voy a hacer uno muy sincero. Me resultó muy sencillo elaborarlo porque yo también soy hijo de una pareja divorciada, mal divorciada si es que hay alguna que lo haga bien. Por lo que todo resultó más fácil que otras veces. Cuando entrevisté a la señora de Ourense, fue como si escuchara a mi madre repasar otra vez la historia que, por otro lado, no tiene nada de particular de lo común que es: una insondable depresión tras la ruptura a la que sigue un arranque imparable de energía amparado en la necesidad de defender a los hijos a sangre y fuego. Y, cuando se sale a flote, resulta que debajo de la esposa había una mujer, tan capaz al menos como el marido que tuvo. Y hasta una vida nueva y satisfactoria".
"El argumento informativo que abre la doble no tiene ciencia. Al fin y al cabo, la crisis (por eso es una crisis) provoca cambios en todo. Y los cambios son noticias. Por eso estamos todo el día dando la matraca con la crisis. En este caso, la estadística apareció y me ayudó a confirmar la tesis, lo que no siempre ocurre. Otro detalle notable en este reportaje fue comprobar de nuevo lo resbaladizo del asunto. Estoy convencido de que un montón de lectores (los que creen que pagan demasiado, o que no ven a los niños lo suficiente, o que su ex mujer es lo peor) que en otras ocasiones me han leído con interés, esta vez me pusieron de verano sólo con ver el enfoque del tema".
En este caso, el tema tuvo seguimiento:
Le hemos pedido a Jorge Casanova que nos comente el tema y nos ha escrito esto: "Voy a hacer uno muy sincero. Me resultó muy sencillo elaborarlo porque yo también soy hijo de una pareja divorciada, mal divorciada si es que hay alguna que lo haga bien. Por lo que todo resultó más fácil que otras veces. Cuando entrevisté a la señora de Ourense, fue como si escuchara a mi madre repasar otra vez la historia que, por otro lado, no tiene nada de particular de lo común que es: una insondable depresión tras la ruptura a la que sigue un arranque imparable de energía amparado en la necesidad de defender a los hijos a sangre y fuego. Y, cuando se sale a flote, resulta que debajo de la esposa había una mujer, tan capaz al menos como el marido que tuvo. Y hasta una vida nueva y satisfactoria".
"El argumento informativo que abre la doble no tiene ciencia. Al fin y al cabo, la crisis (por eso es una crisis) provoca cambios en todo. Y los cambios son noticias. Por eso estamos todo el día dando la matraca con la crisis. En este caso, la estadística apareció y me ayudó a confirmar la tesis, lo que no siempre ocurre. Otro detalle notable en este reportaje fue comprobar de nuevo lo resbaladizo del asunto. Estoy convencido de que un montón de lectores (los que creen que pagan demasiado, o que no ven a los niños lo suficiente, o que su ex mujer es lo peor) que en otras ocasiones me han leído con interés, esta vez me pusieron de verano sólo con ver el enfoque del tema".
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