lunes, 8 de junio de 2009

Diario de una esperanza

Todo comenzó, en Heraldo de Aragón, el 18 de octubre de 2008.

Hemos seguido el día a día de la historia de José Carlos. Y ahora, cuando el final feliz ha llegado, es momento de darla a conocer. Será Óscar Nieto quien nos cuente los entresijos de las decenas de páginas dedicadas al pequeño.

"José Carlos Galera, el niño zaragozano que ha sido tratado en Estados Unidos de una rara enfermedad degenerativa conocida como adrenoleucodistrofia, se ha convertido en protagonista de Heraldo Abierto desde el pasado octubre de 2008. No por padecer una dolencia especial por la que ha sufrido dos trasplantes de médula y un duro tratamiento de quimioterapia, sino por el masivo apoyo social que su caso generó en Aragón donde, en poco más de un mes, su familia y amigos lograron recaudar los más de 800.000 euros que necesitaba para operarlo en un hospital de Mineápolis (EE. UU.)".


"Desde un festival de jotas hasta una corrida de toros pasando por un concierto musical en Interpeñas, Aragón se volcó con José Carlos a través de un sinfín de actos benéficos. Nunca se ha conocido en Aragón un caso que haya despertado tal derroche de solidaridad como el del pequeño zaragozano".




"Desde Heraldo Abierto hemos seguido informativamente desde diersos ángulos a José Carlos. Un diario desde Estados Unidos escrito por sus padres, reportajes sobre la adrenoleucodistrofia, entrevista con el doctor Orchard de Mineápolis, información con otros niños aragoneses afectados por enfermedades raras, videoconferencia de José Carlos con sus compañeros del colegio Cristo Rey, comentarios de los lectores de apoyo a la familia, entrevista con los autores de la campaña de recogida de fondos…".




"José Carlos volvió de Estados Unidos el pasado 9 de mayo, cansado después de más de 14 horas de viaje. De momento, según los médicos, es pronto para saber las secuelas que le ha dejado su enfermedad, aunque dicen que sí ha remitido. Tardará al menos un año en conocer las consecuencias de su tratamiento en Mineápolis. La familia, sin embargo, está feliz porque por ahora, dicen, la adrenoleucodistrofia se ha frenado y quizá José Carlos –que sufre el mismo problema del niño de la película El aceite de Lorenzo— sea capaz en el futuro de superarla totalmente".




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